SUBJETIVIDAD
Me comenta mi hija, que sería
conveniente poner el nombre de la entrada cada vez que escriba en el bloc, que
puedo escribir en WORD y usar luego el "copiar" y "pegar"
y, también, que me doy mucho jabón, que en las primeras entrada he utilizado
demasiado el posesivo: "mi", "me"... Dando por buenas las
dos primeras observaciones, la tercera sirve para defender"me" ,
explicar"me" o
justificar"me".
Desde mi punto de vista, el
folclore, el saber popular, el tañer o construir rabeles..., es siempre parcial
y subjetivo; es decir, nuestro conocimiento, vivencias y sentimientos van a
estar sometidos a las experiencias de cada uno y al propio punto de vista. En
mi caso, ya lo anuncié al comienzo de este blog. Otra cosa diferente sería que
promoviese la idea de que la verdad es una y absoluta. Lógicamente la mía. Pues
no. No es esa mi intención.
Me viene a la cabeza un
comentario que, en ocasiones, utilizaba mi suegro: "en cada pueblo se
baila de una manera". Y argumentaba la frase así: antes, en el baile, ibas a "sacar a
bailar" a las mozas "a lo agarrao" y, si tenías suerte y no te
daban "calabazas" (te decían que no querían bailar), tratabas de
llevar el ritmo lo mejor que podías. Si no sabías bailar o te equivocabas y
pisabas a la moza, usabas esa frase como excusa: "en cada pueblo se baila
de una manera".
Para terminar este monólogo, les
quiero contar la actividad de hoy sábado, relacionada con el campo, con la
tierra, con una cierta vuelta a nuestros orígenes, (bastante común en los que
amamos el folclore en sentido amplio). He subido a la huerta del pueblo y he
recogido las últimas nueces de los nogales que planté hace unos años. No he
tropezado a una sola persona. Las única animación la ponía una potra blanca,
preciosa, que, relinchaba nerviosa después de haberse separado temporalmente de
sus compañeras y un pequeño pajarillo que revoloteaba y cantaba vivaracho en la
maleza cercana. Lo cierto es que me he encontrado a gusto. La idea central era probar una encima enraizante con unos
esquejes de membrillo y de nogal. Además de los polvos, he puesto buena tierra
y, especialmente, he "plantado" la ilusión de esperar que, en
primavera, alguno de ellos florezca y me dé una alegría.
También me alegra saber que uno
de los mejores filósofos actuales, José Antonio Marina; comparte conmigo esa
misma afición a la huerta. Aunque sus preferencias hortícolas sean distintas a
las mías, la relación con las plantas es buena para el espíritu.
Por cierto, muchas gracias a todos los que habéis contactado conmigo
para animarme o cultivar nuestra amistad. Prometo esmerarme en tratar de contar
cosas interesantes y amenas.
Querido amigo Tomás:
ResponderEliminarMe ha producido una enorme alegría ver publicado tu blog EL RABEL.
Estoy seguro de que con tu habil forma de escribir nos vas a decir muchas e interesantes cosas de nuestro querido Campoo.
Seré uno de tus seguidores asiduos y en alguna ocasión tendrás mi puntual comentario.
ENHORABUENA!!!.
Un saludo muy campurriano.
Emilio.