sábado, 17 de noviembre de 2012

ENRIQUE SABATÉ. El coplero. A Tomás Macho, maestro rabelista campurriano.

         En este día gris -pero de temperatura agradable- voy a introducir un poema que me dedicó Enrique Sabater en el Castillo de Argüeso, (Campoo de Suso), en la presentación de una exposición de instrumentos musicales tradicionales que llevaron a cabo Luis Payno y Juanma Sánchez. Me llena de "orgullo y satisfacción"... (¡Perdón!, que ni debo echar un discurso ni ese comienzo es el más original).

Con mi sincero agradecimiento.

El poema es precioso.


VIERNES, 4 DE FEBRERO DE 2011

El coplero. A Tomás Macho, maestro rabelista campurriano.

Tardes de domingo
arrugando versos
entre los rincones
de astrosos inventos,
entre cachivaches
y algunos recuerdos,
despiertas canciones
y agudos silencios.


Otoño en los ojos
 
que atraviesan sueños,
los dedos caminan
recitando quedos
coplas que en la nieve
escribe el invierno.


Van por las callejas
buscando de nuevo
un aire tan limpio
como de aguacero,
de risa y leyenda
o estúpidos celos.


Arpegios vivaces
en el arco, y lentos
como si anhelaran
 
un segundo eterno.


Su boca y sus manos
recitan eneros,
la canción del agua
donde nace el Ebro,
el compás que danzan
desvela un secreto.


El que dice al aire,
por no ahogarlo dentro,
tañendo el rabel,
el viejo coplero.

Publicado por Enrique Sabaté en 12:20

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