Hace unos días, conocedor de mis aficiones, me pregunto Manolo
"El Ronquillo" si podía darle alguna información sobre el rabel de
sus antepasados. Le adjunté esta nota (con la que se sintió muy agradecido).
"Adjunto los
datos que vienen en el libro EL RABEL, INSTRUMENTO MÚSICO-FOLKLÓRICO, PUBLICADO
EN 1970. El autor es Fernando Gomarín Guirado. Como verá no viene el nombre de
quien lo donó al Museo de Cantabria. Le sugiero que puede preguntar ahí. Un
saludo. Tomás Macho.
RABEL DEL "TIO
RONQUILLO" (LAS COSTERAS). SIGLO XVII. (Lámina II)
La forma de la caja está
condicionada por cuatro entalles en su contorno
(lO) Actualmente en la isla de
Creta conservan un rabel, con tablas abombadas y forma idéntica a los
medievales, siendo sonado en posición casi vertical. apoyando el clavijero en
el pecho.
para facilitar el juego del
arco, siendo su cara superior de hojalata, unida a la madera por unos pequeños
clavos y perforada con dos grupos de agujeros, cinco en cada uno, que permiten
entre el sonido en la caja de resonancia. El
detalle de las entalladuras,
unido al de los grupos de agujeros, con el cambio de lugar del puente, más
arriba o más abajo, nos podría indicar que el tañedor o juglar, al que
pertenecía el instrumento, obtuviese tonalidades diferentes. La longitud de la
caja es de 31 cms., con una anchura de 12 cms. y una altura de 9. El puente
recuerda por su forma a un yugo, siendo poco común y escueto. En la parte
inferior del instrumento las cuerdas están asidas a una fuerte tira de cuero.
Sus dos cuerdas de tripa, la primera más fina que la restante.
Ejemplar construido todo él de
una sola pieza en madera de cerezo, color rojizo con brillo de uso y con restos
de haber estado antiguamente barnizado con un tono oscuro. Como dato
interesante, ya que tiene una repercusión hasta nuestros días, es el detalle de
depositar un pegote de resina, en el ángulo que forma el mástil con la caja,
más concretamente en el hombro derecho del instrumento, a efectos de tenerla
más a mano. Hoy en día nuestros rabelistas conservan esta costumbre que vieron
hacer a sus padres.
El arco que le acompaña es de
gran abertura, hecho sobre una vara de cerezo también, con dos orificios en
cada extremo, que dos cuñas sujetan las cuerdas. También conserva el tono
oscuro que le dio el barniz.
El ejemplar pertenece a la
Colección del Museo Etnográfico y Folklórico de Cantabria."
No hay comentarios:
Publicar un comentario