viernes, 16 de noviembre de 2012

RABEL DEL "TIO RONQUILLO" (LAS COSTERAS)


Hace unos días, conocedor de mis aficiones, me pregunto Manolo "El Ronquillo" si podía darle alguna información sobre el rabel de sus antepasados. Le adjunté esta nota (con la que se sintió muy agradecido).

"Adjunto los datos que vienen en el libro EL RABEL, INSTRUMENTO MÚSICO-FOLKLÓRICO, PUBLICADO EN 1970. El autor es Fernando Gomarín Guirado. Como verá no viene el nombre de quien lo donó al Museo de Cantabria. Le sugiero que puede preguntar ahí. Un saludo. Tomás Macho.

RABEL DEL "TIO RONQUILLO" (LAS COSTERAS). SIGLO XVII. (Lámina II)


Es el ejemplar más tosco y pesado de cuantos conozco, 63,50 cms. de largo. Su clavijero es de un marcado aire medieval con dos finas, pero largas clavijas situadas a sus costados y está reforzado con unos remiendos de cuero y hojalata. La longitud del mástil, incluyendo el clavijero, es de 32,50 cms. y 3,50 cms. de anchura.
La forma de la caja está condicionada por cuatro entalles en su contorno
(lO) Actualmente en la isla de Creta conservan un rabel, con tablas abombadas y forma idéntica a los medievales, siendo sonado en posición casi vertical. apoyando el clavijero en el pecho.
para facilitar el juego del arco, siendo su cara superior de hojalata, unida a la madera por unos pequeños clavos y perforada con dos grupos de agujeros, cinco en cada uno, que permiten entre el sonido en la caja de resonancia. El
detalle de las entalladuras, unido al de los grupos de agujeros, con el cambio de lugar del puente, más arriba o más abajo, nos podría indicar que el tañedor o juglar, al que pertenecía el instrumento, obtuviese tonalidades diferentes. La longitud de la caja es de 31 cms., con una anchura de 12 cms. y una altura de 9. El puente recuerda por su forma a un yugo, siendo poco común y escueto. En la parte inferior del instrumento las cuerdas están asidas a una fuerte tira de cuero. Sus dos cuerdas de tripa, la primera más fina que la restante.
Ejemplar construido todo él de una sola pieza en madera de cerezo, color rojizo con brillo de uso y con restos de haber estado antiguamente barnizado con un tono oscuro. Como dato interesante, ya que tiene una repercusión hasta nuestros días, es el detalle de depositar un pegote de resina, en el ángulo que forma el mástil con la caja, más concretamente en el hombro derecho del instrumento, a efectos de tenerla más a mano. Hoy en día nuestros rabelistas conservan esta costumbre que vieron hacer a sus padres.
El arco que le acompaña es de gran abertura, hecho sobre una vara de cerezo también, con dos orificios en cada extremo, que dos cuñas sujetan las cuerdas. También conserva el tono oscuro que le dio el barniz.

El ejemplar pertenece a la Colección del Museo Etnográfico y Folklórico de Cantabria." 

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